En periodismo, todo es un reto. Lo es desde el momento en que percibimos la necesidad de hacer efectivo el derecho ciudadano de ser informado.
Y dar a la sociedad, la voz apropiada para el disenso responsable, que ha de procurar el avance de todos, en la búsqueda del valor esencial que toda democracia debe sustentar.
En tiempos difíciles como los que vivimos, ninguna obviedad debe quedar soterrada en la ignominiosa tumba de los silenciosos.
Ni puede ser oculta por temor a la verdad.
Grandes pensadores como Pach, Montesquieu, Voltaire, Rousseau, nos dejaron como legado, la responsabilidad de mantener —aún bajo las más precarias condiciones— el derecho de todos bajo resguardo, consientes que la libre emisión del pensamiento, no es canonjía, sino un derecho fundamental inalineable.
En el ejercicio de nuestras libertades civiles, iniciamos ahora con un nuevo desafío: La Realidad.
Es un medio de comunicación modesto, que nace como exigencia en medio de condiciones diversas y necesidades, muchas veces, adversas.
Por ello estamos consientes de nuestras limitaciones, pero también, de nuestras metas, las que nos indicarán, seguramente, el camino preciso para alcanzar la de cada uno de ustedes, que tendrán la generosidad de leernos.
No pretendemos competir con otros medios, cuya importancia y trayectoria saludamos.
Solo buscamos el espacio adecuado para expresar nuestro punto de vista y desde luego, atender el de nuestros lectores.
Nuestra pretensión es ser el puente eficaz entre la sociedad y el gobierno; la sociedad y las organizaciones, la sociedad y sus justas exigencias.
Nuestras expectativas están en hacer un periodismo convergente, veraz, oportuno, transparente, comprometido, responsable y honesto.
Para ello recurriremos constantemente a nuestros lectores para que mantengan su mirada en nosotros.
Nos corrijan cuando sea necesario y nos empujen hacia adelante, cuando nos vean desmayar.
Vamos, pues, en pos de un proyecto que es de todos.
No tenemos dudas en que incurriremos en algunos yerros. Contamos con su comprensión. Y con el compromiso de enmendarlos para el bien del periodismo marquense. Y de nuestros lectores.